Guerra de Ucrania a la luz del derecho internacional
Desde el pasado 24 de Febrero la noticia de que Rusia invadió a Ucrania ha acaparado los reflectores en todo el mundo. ¿Por qué ocurrió esto? ¿Dónde están las instancias previstas por el derecho internacional para que evitar que ocurran estos acontecimientos? Esas y muchas más interrogantes seguramente han pasado por la cabeza de una que otra de las personas que en este momento nos están leyendo y, por ello, a través de este espacio trataremos de darles las herramientas que les permitan tener un contexto general de lo que está sucediendo.
Ahora bien, para poder entender a grandes rasgos el conflicto entre estos dos países es necesario retroceder un poco en el tiempo. Ucrania perteneció en su momento tanto al Imperio Ruso como a la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas – conocida usualmente como la URSS – y no fue hasta 1991 – poco después del fin de la Guerra Fría y cuando se disuelve la URSS- que Ucrania se independiza y comienza su transición como economía de mercado.
Rusia a lo largo de la historia se ha caracterizado por ser un país expansionista, una gran potencia que ha controlado y busca controlar a sus países vecinos a través de diferentes mecanismos y herramientas. Es de amplio conocimiento que después de la caída de la URSS, Rusia ha venido expresando una incomodidad respecto al modo en que occidente llenó el vacío que las Repúblicas socialistas dejaron, he de ahí una de las razones del por qué Vladimir Putin -Presidente de Rusia- lleva mucho tiempo buscando ejercer control en Ucrania. Para él Ucrania y Rusia son una sola nación.
En efecto, el presidente de Rusia ve a la federación rusa como una continuación de la URSS y, en ese contexto, la federación rusa lo que debe lograr es reproducir a la URSS a través de la incorporación de los territorios o países que están alrededor. En Europa hay dos visiones de cómo debe estar organizado el continente y qué sistema político debe predominar, por una parte, tenemos a los países de Europa occidental vinculados a la Unión Europea que ven la democracia como un modelo a seguir y luego tenemos a Rusia que propone un modelo de desarrollo distinto relacionado con el autoritarismo, un control fuerte del Estado, nulificación de los ciudadanos y cero capacidades de estos ciudadanos para controlar el proceso de toma de decisiones.
Bajo este contexto, dicen los expertos que Putin siempre ha tenido la visión de que los países de la periferia deben de ser prorrusos y considera que un gobierno ucraniano favorable a Occidente es una amenaza para ese ideal. De hecho, en 2014 estalló un conflicto al este de Ucrania entre separatistas prorrusos y combatientes ucranianos en el que éstos últimos derrocaron a un presidente pro-Moscú, lo que ocasionó que Rusia invadiera y anexionara a su territorio la península ucraniana de Crimea, medida que tanto Europa como EUA consideraron ilegal.
Posterior a ese conflicto se firmó en 2015 el “Protocolo de Minsk”, el cual estableció el cese inmediato del fuego bilateral, el retiro de todo el armamento pesado de ambos bandos, una hoja de ruta para llevar a cabo elecciones locales y la amnistía de los dirigentes involucrados en el conflicto.
Así pues, si ya había un acuerdo para limar asperezas entre ambos países ¿qué fue lo que condujo a la situación que se vive actualmente? Para explicarlo me permito citar lo narrado por el New York Times:
Desde el otoño pasado, Rusia empezó a acumular tropas a lo largo de su frontera con Ucrania y Bielorrusia, un ex estado soviético aliado. Se dijo que los despliegues de tropas eran ejercicios de entrenamiento, pero la fuerza siguió creciendo hasta alcanzar unos 190.000 efectivos militares. Estados Unidos y sus aliados habían advertido que Putin parecía preparado para invadir y a menudo mencionaban informes de inteligencia que tradicionalmente solían mantenerse en secreto.
Rusia desestimó dichas afirmaciones en repetidas ocasiones. “Las guerras en Europa rara vez inician los miércoles”, dijo la semana pasada Vladimir Chizov, el embajador de Rusia ante la Unión Europea.
Pero el lunes, Putin informó que reconocería a las denominadas repúblicas populares de Donetsk y Lugansk y dio instrucciones al ejército ruso de destacar tropas en dichas regiones para lo que describió como “funciones de preservación de la paz”.
Aunado a lo anterior, Putín acusó a los líderes ucranianos de oprimir a la población del país que habla ruso, de fomentar el odio hacia Moscú y de planear hostilidades contra Rusia, todo lo cual hacía necesaria la autodefensa.
En este punto usted pensará ¿y el Acuerdo de Minsk donde quedó? ¿Y la ONU por qué no hizo nada? ¿Qué pasa con el derecho internacional, no sirve o qué? Y bueno, hay que comenzar a desarrollar este punto externando que BAJO NINGÚN ESCENARIO es legal invasión armada de Ucrania por parte de Rusia.
A mayor análisis, el Derecho Internacional se establece en Tratados Internacionales, a veces llamados convenciones, pactos o convenios. Igualmente, tal y como lo escribía el periódico El Financiero “El derecho internacional también se refleja en los compromisos legalmente vinculantes que los países asumen cuando se unen a organizaciones internacionales, como la ONU. Si bien no todos los países se adhieren a todos los tratados, todos los miembros de la ONU están legalmente obligados por la Carta”.
La Carta de las Naciones Unidas es el tratado internacional fundador de la organización, y que conforma las bases de su constitución interna. En esta Carta se establece claramente que todos los miembros de la ONU se abstendrán en sus relaciones internacionales de la amenaza o el uso de la fuerza en contra de la integridad territorial o la independencia política de cualquier Estado, o de cualquier otra manera incompatible con los propósitos de las Naciones Unidas.
De modo que, la legítima defensa es la ÚNICA excepción para el uso de la fuerza contra otro país según el derecho internacional, y siempre y cuando ocurra un ataque armado en contra del país en cuestión. El rescate de ciudadanos atrapados o en peligro en otro país se reconoce como una forma de legítima defensa. Pero estas intervenciones se limitan estrictamente a evacuar ciudadanos, no a derrocar gobiernos.
Nada de lo que Ucrania ha hecho hasta la fecha podría interpretarse como un “ataque armado” contra Rusia y justificar cualquier reclamo ruso de autodefensa. Desgraciadamente, no existe una fuerza policial internacional permanente para hacer cumplir el derecho internacional. El cumplimiento está principalmente en manos de los propios países.
Si bien es cierto La Corte Internacional de Justicia, creada por la ONU y ubicada en La Haya, Países Bajos, decide disputas entre países, incluidas las presuntas violaciones de la Carta de la ONU, no menos cierto es que solo 73 países de 195 han aceptado la jurisdicción de la corte.
Igualmente, El Consejo de Seguridad de la ONU tiene la autoridad para autorizar el uso de la fuerza bajo la Carta de la ONU para mantener la paz y la seguridad internacionales. Sin embargo, esta opción no es realista en la situación de Ucrania porque Rusia tiene un asiento permanente en el consejo, junto con los otros cuatro miembros permanentes. No obstante, la Asamblea General de la ONU tuvo una sesión especial de emergencia para discutir el tema -siendo esta una medida que se utiliza cuando un bloqueo en el Consejo de Seguridad impide tomar acciones frente a una situación que ponga en grave riesgo la paz y seguridad internacional-; desgraciadamente como la Asamblea General no tiene la capacidad de obligar a los países a atacar sus indicaciones, solo puede establecer recomendaciones.
Al día de hoy, ya hubo una reunión entre diplomáticos en Bielorrusia, país afín al Kremlin, donde los de Kiev manifestaron tajantemente que querían alto al fuego y que las tropas rusas salieran de su territorio, mientras que los rusos fueron más reservados con sus intenciones y se limitaron a anunciar un acuerdo que busca sea bueno para ambas partes. Si bien es cierto no llegaron a una solución en dicho encuentro, no menos cierto es que ya se pactó una reunión que tendrá lugar en los próximos días con la cual se espera ponerles fin a las hostilidades.
Mientras tanto, en la Corte Penal Interamericana ya se anunció que se abrirá una Carpeta de Investigación por posibles crímenes de guerra o lesa humanidad en la invadida a Ucrania, entendiendo a estos crímenes -según la ONU- a los asesinatos, exterminios, esclavitud, deportación o traslado forzoso de población, encarcelación o privación de libertad física que viole el derecho internacional, torturas, violaciones, prostitución forzada o violencia sexual, persecución de un colectivo por motivos políticos, raciales, nacionales, étnicos, culturales, religiosos o de género, desaparición forzada de personas, apartheid y otros actos inhumanos que atenten contra la integridad de las personas.
En suma, es probable que no exista ninguna ley, internacional o nacional, que goce de cumplimiento universal y la invasión de Ucrania por parte de Rusia es un área de oportunidad para revivir la discusión sobre el desafío que tenemos a nivel mundial para hacer cumplir el derecho internacional. De seguir sin solución este conflicto, las consecuencias geopolíticas, humanitarias y económicas a nivel global serán catastróficas.
Desde este espacio rechazamos la postura rusa y nos solidarizamos con el pueblo Ucraniano; asimismo instamos al gremio de los abogados y los internacionalistas a volver a hablar de derecho internacional, el mundo entero necesita que se garantice un respeto inequívoco del derecho internacional humanitario y de los derechos humanos.
Fuentes de consulta:
https://cnnespanol.cnn.com/2022/02/25/ucrania-segunda-guerra-mundial-sovietica-orix/
https://www.nytimes.com/es/2022/02/24/espanol/rusia-ucrania-ataque.html